VIAJE AL INTERIOR DE LAS PIEDRAS DE RIÑON
El ser humano padece la formación de piedras en el riñón (cálculos renales - urolitiasis) desde épocas muy remotas. Esta patología afecta además a un importantísimo sector de población (4-14%) causando grandes sufrimientos (el dolor de la expulsión de un cálculo se compara al de un parto tradicional). Sin embargo, únicamente se ha comenzado a conocer las auténticas causas que generan la mayoría de cálculos durante la última década; a pesar de los grandes avances en la cirugía, que permite su fragmentación utilizando ondas de choque (litotricia extracorpórea) que evitan la intervención quirúrgica clásica. El cálculo renal una vez eliminado, sin embargo, se vuelve a formar en un número muy elevado de ocasiones (50-70%) y, en consecuencia, en estos casos su eliminación no implica curación.
La ausencia de soluciones eficaces durante cientos de años, debe atribuirse a las circunstancias especiales que concurren en esta patología, cuyos mecanismos se alejan bastante de los esquemas de la Bioquímica y Biología Molecular moderna, que ha impulsado importantísimos avances en otros ámbitos y que, sin embargo, desde su perspectiva no ha posibilitado el establecimiento de las bases moleculares suficientes para abordar el problema de la calculogénesis y sus soluciones. Esta ancestral carencia de soluciones ha originado un estado general de conciencia colectiva tendente a creer que esta enfermedad carece de remedio, de manera que es como un castigo divino que debe soportarse con resignación y sufrimiento durante toda la vida, con el agravante de que el desconocimiento sobre esta patología alcanza incluso a personal del ámbito sanitario que participa de esta creencia o incluso, por desconocimiento, cree que es una cuestión secundaria, razón por la que cuando alguien padece esta enfermedad es aconsejable que acuda a un especialista conocedor del tema.
Uno de los diferentes aspectos que ha permitido avanzar en el conocimiento de la enfermedad ha sido el estudio detallado de la composición y estructura de los cálculos renales utilizando técnicas de Microscopía Electrónica combinadas con análisis de superficies utilizando rayos X (EDAX). Estos estudios han aportado importantes datos sobre posibles nucleantes heterogéneos (inductores de la formación de cálculos), agentes patógenos, etapas de formación del cálculo, etc. Aparte del indudable interés científico de los datos aportados, estos estudios han permitido viajar a lo más íntimo del cálculo renal, mostrado aspectos que incluso por su belleza o curiosidad, son de interés, como puede apreciarse en las imágenes que se muestran en este reportaje.
Catedrático de la UIB
Figura 1.- Interior de un cálculo renal de oxalato cálcico monohidrato (causane típico de cólicos nefríticos). A) Centro del cálculo en el que se observan cristales individuales de oxalato cálcico. B) Zona cortical, de gran dureza, en la que los cristales de oxalato cálcico crecen paralelos unos a otros.
Figura 2.- Agrupación de cristales de Brushita (fosfatos cálcicos) detectada en la parte central de un cálculo de oxalato cálcico monohidrato. Los fosfatos cálcicos con inductores muy efectivos (nucleantes heterogéneos) de la formación de los cristales de oxalato cálcico y en consecuencia pueden ser responsables de su formación.
Figura 3.- A) Cálculo de oxalato cálcico monohidrato. B) Animal minúsculo todavía no identificado encontrado en su interior, posible responsable de su formación. C) Detalle de la morfología del extraño animal.
Figura 4.- Hormiga calcificada detectada en la superficie de un microcálculo. Este artefacto es consecuencia de una incorrecta separación de unas arenillas de su correspondiente orina. La muestra se filtró una vez enfriada la orina, actuando la hormiga como sustrato en el que cristalizaron diferentes componentes urinarios. Para separar correctamente las arenillas de la orina, ésta debe filtrarse inmediatamente después de ser emitida.
Figura 5.- Cálculo de oxalato cálcico dihidrato obtenido "in vitro". Son cálculos que suelen generar los pacientes hipercalciúricos (exceso de calcio urinario), y que son de una gran belleza debido a las configuraciones que adoptan los cristales piramidales de oxalato cálcico dihidrato.
Figura 6.- Cristales aciculares de brushita (fosfatos cálcicos) sobre los que nuclean con gran facilidad los cristales piramidales de oxalato cálcico dihidrato. Las imágenes corresponden al inicio de la formación de un cálculo de oxalato cálcico dihidrato.
Figura 7.- Figuras geométricas observadas en la superficie de los cristales de fosfato amónico magnésico, que permite su fácil identificación. Estos cristales aparecen en todos los cálculos causados por infecciones debidas a bacterias ureolíticas.
Figura 8.- Agrupaciones de cristales de hidroxiapatita (fosfatos cálcicos) en forma de esferulitos. Estas estructuras se observan frecuentemente en cálculos formados en orinas cuyos valores de pH son superiores a 6.5.
Figura 9.- Cristales de ácido úrico anhidro, de gran tamaño, observados en un cálculo renal de ácido úrico. El tamaño de estos cristales permite deducir que se han formado en orinas con baja sobresaturación de ácido úrico (contenidos normales de ácido úrico) pero con pH bastante ácido, inferior a 5.5.
Figura 10.- Agrupaciones de glóbulos rojos y materia orgánica observados en el interior de un cálculo de ácido úrico. Su presencia demuestra que el cálculo, durante su crecimiento, generó una herida en el epitelio renal que probablemente se infectó.