TEMA 1
1. Introducción.
La Microbiología es el estudio de los microorganismos microscópicos,
es decir no perceptibles a simple vista a lo largo de todo su ciclo vital.
Los microorganismos pueden dividirse en virus, bacterias, hongos y parásitos.
En principio puede establecerse un criterio por tamaño aproximado
de los organismos estudiados por la microbiología (Fig. 1).
Los virus son los microorganismos patógenos más pequeños
que se conocen. No son visibles al microscopio óptico y requieren
para su visualización el microscopio electrónico. Son parásitos
intracelulares obligados y tienen un sólo tipo de ácido nucléico
(DNA ó RNA) pero no los dos, rodeado por una capa protéica
a veces recubierta por una capa lipídica. En función de su
espectro de huéspedes podemos dividirlos en virus animales, vegetales,
y bacterianos (bacteriófagos o fagos). Su tamaño oscila entre
los 20 y 300 nm (1 nm = 10-3 µm = 10-9 m).
Las bacterias son más grandes y complejas que los virus (0.1
a 5 ó más µm de longitud). Contienen DNA y RNA, pero
no núcleo. Poseen en general toda la maquinaria celular para su
propia división, aunque algunos requieren el concurso de la célula
huésped y son por lo tanto parásitos intracelulares estrictos
(p.ej. Chlamydia, rickettsias, etc.). Aunque incluyen muchos tipos
fisiológicos distintos, y por lo tanto pueden vivir en cualquier
tipo de ambiente, evidentemente a nosotros nos interesan las que pueden
colonizar el cuerpo humano.
Los hongos son organismos más grandes y complejos que las
bacterias. Tienen su material genético organizado dentro de una
estructura nuclear o núcleo rodeado de una membrana propia.
Los parásitos varían enormement en su complejidad,
dede organismos unicelulares "simples" como las amebas hasta gusanos. Los
parásitos de animales y artrópodos son objetos de estudio
de la Parasitología.
Finalmente, para completar la visión de las entidades capaces
de producir enfermedades infecciosas, debemos citar a los priones. Los
priones, también conocidos en otras épocas como amiloides
infecciosos o virus no convencionales, no son entes celulares (como los
virus) sino que son entidades infecciosas sino proteínas, aunque
sus características, modo de acción y de transmisión
están en discusión. En el hombre se conocen dos enfermeades
provocadas por los priones: 1) la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD)
y su, aparente variable sídrome de Gerstmannn-Sträussler-Scheinker
(GSS), y 2) el Kuru. La característica común es la evolución
hacia daños cerebrales con síntomas de demencia.
2. Conceptos básicos y definiciones.
De todos los microorganimos posible objeto de estudio dentro de
los apartados anteriores sólo algunos son agentes infecciosos para
el hombre y por lo tanto de interés en este curso. Igualmente, hay
que mencionar que el desarrollo de una enfermedad infecciosa depende no
sólo del microorganismo en cuestión sino del huésped.
Así por ejemplo, Streptococcus agalactiae es un importante
patógeno neonatal, mientras que es un infrecuente aptógeno
en adultos.
Para decidir si un microorganismo es el agente causal de una enfermedad
infecciosa, se sigue utilizando los llamados postulados de Koch, establecidos
por este microbiólogo en 1880. Según ellos:
-
En una enfermedad infecciosa, el microorganismo causante se encuentra
presente en el enfermo en todos los casos.
-
El microorganismo debe poder ser cultivado a partir del enfermo.
-
El microorganismo, cuando es inoculado a un animal susceptible, debe
producir la enfermedad.
-
El microorganismo debe poder ser recuperado (cultivado) a partir del
animal experimentalmente infectado.
Posteriormente a estos postulados se han descubierto microorganismos
(p.ej. los virus) y enfermedades infecciosas que ponene en dudad o no cumplen
con los postulados. Sin embargo, desde un punto de vista histórico
y conceptual, han sido muy útiles para el estudio de las enfermedades
infecciosas y sus agentes causales.
Los microorganimos, o sus sinónimos microbios y gérmenes,
pueden ser por lo tanto agentes causales de enfermedades llamadas infecciosas.
La microbiología clínica, en ausencia en España de
una especialidad de Enfermedades Infecciosas, es la disciplina de la ciencia
que se encarga del estudio de los agentes causales de la enfermedades infecciosas.
Esta disciplina se encarga del aislamiento, cultivo e identificación
de esos microorganismos, y por lo tanto tiene los correspondientes laboratorios
com o parte de los Servicios o Secciones de Microbiología Clínica.
Como toda disciplina, tiene sus propios métodos, que en parte
son comunes al estudio de otros microorganismos, y su propia jerga, que
es conveniente conocer. Algunos de los conceptos de manejo habitual en
las enfermedades infecciosas son:
-
Enfermedad infecciosa. Enfermedad producida por un microorganismo. Se
suele denominar agente etiológico al agente causal de esa enfermedad.
-
Infección. Establecimiento y proliferación de un microorganismo
patógeno en un huésped. Generalmente se desarrolla una enfermedad
y una respuesta del huésped.
-
Patógeno. Microorganismo que dañan al hombre directamente,
por invasión o lesión, o porque producen sustancias tóxicas.
La propiedad de provocar ese daño es lo que se denomina patogenicidad,
y los factores de patogenicidad son los componentes o propiedades del microorganismo
que son importantes para ella. Se entiende por patogenia los conocimientos
sobre los modos cómo un microorganismo produce la enfermedad.
-
Virulencia. Describe el grado de patogenicidad del microorganismo: cuanto
más viruelento sea, más fácil es que produzca la enfermedad
y más grave es.
-
Colonización. Es el establecimiento y proliferación de
un microorganismo en el huésped sin causar enfermedad. Es sensiblemente
diferente a la contaminación, que es la presencia accidental por
contacto entre el huésped y el microorganismo, y donde no hay proliferación,
enfermedad ni respuesta del huésped.
-
Infección subclínica. Es una enfermedad infecciosa cuyos
síntomas son muy leves o incluso pasan inadvertidos.
-
Coinfección. Infección por más de un microorganismo
simultaneamente.
-
Sobreinfección o superinfección. Infección que
se produce en una persona como complicación de una infección
preexistente.
-
Periodo de incubación. Tiempo transcurrido entre el contacto
con el microorganismo patógeno y el desarrollo de la enfermedad.
Es muy variable en función del microorganismo y el huésped,
y puede ir desde horas a decenas de años.
-
Diagnóstico para el microbiólogo clínico es cuando
se determina o identifica el agente causal de una infección. Para
ello es importante la correcta toma de muestras, su manipulación
en el laboratorio, e interpretación de los resultados. El diagnóstico
correcto es a su vez clave para el tratamiento.
Las enfermedades infecciosas pueden estudiarse desde dos puntos de vista
fundamentalmente:
-
Clínico, es decir agrupadas según las distintas enfermedades:
meningitis (Neisseria meningitidis vs. Streptococcus agalactiae
vs Escherichia coli).
-
Etiológico, es decir agrupadas por el agente causal. Por ejemplo,
Klebsiella pneumoniae como agente causal de pneumonías y
de infecciones urinarias.
Ambas clasificaciones presentan ventajas e inconvenientes y por lo tanto
serán usadas indistintamente a lo largo del curso.
3. Identificación y clasificación de los microorganismos.
Los microorganismos son por definición organismos que requieren
el microscopio, óptico o electrónico para su visualización.
Para ello, se utilizan toda una serie de métodos de tinción
que, de manera más o menos específica, permiten teñir
e identificar algunos microorganismos. La Tabla 1 recoge los colorantes
y métodos de tinción más usados para la detección
de microorganismos patógenos.
La coloración de los microorganismos permite su visualización,
pero a diferencia de otros organismos (plantas, animales, hongos, protozoos,
virus), los criterios morfológicos son de ayuda muy limitada para
la identifificación bacteriana. Aunque la morfología colonial
y la tinción de Gram, y algunas de las mencionadas en la Tabla 1,
permiten descartar en una muestra la presencia de muchos tipos de bacteria,
la identificación suele requerir el concurso de otras técnicas
muy diversas. Entre ellas mencionaremos tres tipos:
-
Técnicas que nos informan de las características metabólicas
de las bacterias, bien sean de las vías metabólicas utilizadas
para el metabolismo de un determinado compuesto o de compuestos que se
producen en el metabolismo de una determinada especie (p.ej. pigmentos,
antibióticos).
-
Técnicas basadas en los ácidos nucléicos de las
bacterias. Por ejemplo, la presencia de un determinado gen o secuencia
específico de una especie.
-
Otras técnicas que nos informen de la presencia de componentes
específicos en una determinada especie: receptores de bacteriófagos,
serotipos, etc.
Inherente a los tipos de métodos que acabamos de nombrar
es el concepto o necesidad de trabajar con cultivos puros. Esto quiere
decir, que para poder asignar a una especie concreta a un microorganismo
bacteriano, debemos aislarlo de otras especies.
Los grandes grupos de métodos de identificación han
permitido la definición de una serie de microorganismos bacterianos
importantes como agentes causales de las enfermedades infecciosas (ver
Tablas 2, 3 y 4).
Evidentemente, hay que tener en cuenta que los géneros de
bacterias mencionados en las tablas anteriores son exponentes de grupos
patógenos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, como veremos
más adelante, la enfermedad infecciosa se desarrolla como resultado
de una interacción entre dos organimos: el microorganismo (parásito)
y el huésped (el hombre, en nuestro caso). Un resultado de ello
es que, no es suficiente con conocer los grandes grupos de microorganismos
agentes causales de enfermedades, sino tener en cuenta que determinados
huéspedes podrán desarrollar enfermedades infecciosas que
raramente se producen en otros huéspedes. Un ejemplo de eso es el
desarrollo de las infecciones asociadas al SIDA, que raramente se dan en
huéspedes no inmunocomprometidos. Otro ejemplo típico, son
las infecciones nosocomiales, es decir las adquiridas en los hospitales,
cuya prevención evidentemente es responsabilidad directa de los
trabajadores de los hospitales o centros de salud.