IN - LogotipoAntoni Ballester - L’aprenentage significatiu a l’aula

4. Metodología: Enseñanza conforme al método del caso.

A partir de este apartado expongo de manera concreta las experiencias que tanto mis alumnos como yo hemos tenido a lo largo de los cuatro años de docencia de la materia “Derecho del comercio internacional” o “Internacional Trade Law”.

En un primer momento, la asignatura que vaya a ser impartida en inglés requiere una publicidad previa. Los alumnos deben conocer con mucha antelación su existencia y la metodología que va a utilizarse, pues si, como aquí ocurre, va a basarse en el método del caso, trabajo en grupos y en juicios simulados, los criterios de evaluación difieren bastante con respecto a los utilizados en el resto de asignaturas (además de implicar un esfuerzo suplementario por parte del alumno, que difícilmente se verá reflejado en el número de créditos que la Universidad le va a reconocer: en concreto, la UIB concede 4,5 créditos LRU a esta asignatura, que se califica como optativa, cuando la carga real se aproxima más a la de 6 créditos ECTS para los que cursan sólo la asignatura y de 8 créditos ECTS para los que participan la Moot Competition).

La presentación de la materia debe dirigirse además a los alumnos que ya hayan cursado segundo curso. Lo ideal de cara a la competición futura en la que los alumnos se verán involucrados al final de la asignatura sería que los alumnos fueran de último curso y seleccionar de entre ellos a los mejores estudiantes, pero la realidad es testaruda y demuestra que es prácticamente imposible lograr que los buenos alumnos de último curso se involucren en una asignatura optativa, pues ya habrán cubierto el cupo de optatividad, además de ser una asignatura poco reconocida en número de créditos para el trabajo que implica, y sin olvidar que (para mi sorpresa) muchos de ellos no alcanzan un mínimo nivel de inglés o carecen de la confianza en sí mismos como para enfrentarse en un juicio, en inglés, frente a otro alumno (que en la competición será, casi siempre, un alumno de Máster). Por ello, la divulgación de la materia debe ser la más amplia posible y realizada entre Semana Santa y los exámenes finales del año lectivo anterior.

En septiembre, antes de la matrícula, conviene que los alumnos interesados sean entrevistados por el profesor, en inglés, para comprobar su nivel de inglés, que basta que sea medio, pues la asignatura permite mejorarlo de manera espectacular. Además, se les debe advertir a los estudiantes sobre el nivel de compromiso que se necesita para aprobar la asignatura, con lo que se reduce el nivel de abandono a posteriori por parte de los estudiantes españoles. En concreto, en cuatro años, sólo he rechazado un alumno y he aceptado 5 alumnos españoles cada año, sin que se haya producido ninguna baja.

Respecto a los estudiantes extranjeros, provenientes de Erasmus en su gran mayoría, la advertencia de la carga de trabajo la realizo la primera clase, con lo que de los 10 que suelen presentarse, al final quedan otros 5 por año. Curiosamente, no siempre son alumnos de derecho, lo que, sin embargo y para mi sorpresa, no ha supuesto ningún obstáculo para un aprendizaje óptimo, mejor en muchas ocasiones, que el rendimiento obtenido de sus compañeros de la carrera de Derecho.

Como es lógico, esta asignatura implica una dedicación importante por parte del profesor, que debe tutorizar diariamente durante todo el cuatrimestre además de dar clase tres horas por semana. Es por ello que recomiendo implantar numerus clausus, de tal manera que no se imparta docencia de este tipo a grupos de más de 16 alumnos, aunque mi experiencia en estos cuatro años es que nunca he superado los 12 alumnos, incluidos los extranjeros.(6)

Las clases comienzan con un mes de teoría, por medio de clases magistrales, en la que el profesor expone la legislación y otras reglas jurídicas y muestra a los alumnos el manejo de las bases de datos jurisprudenciales. Instrumentos todos ellos que deben aprender con soltura los alumnos para resolver el caso práctico que se les presente poco antes de finalizar la fase de teoría. El porcentaje de clases magistrales respecto al total de horas de trabajo del alumno en el curso 2007-2008 se situó en el 8% de horas totales (lo habitual en los tres años de experiencia es entre el 5 y el 10 % del total).

En el segundo mes, se paga la matrícula del concurso, consistente en 600€, para vincular a los alumnos en un proyecto con un coste real. Los alumnos trabajan, en inglés, buscando argumentos, esencialmente jurisprudenciales, obtenidos de bases de datos jurídicas accesibles por internet, para elaborar un escrito de demanda en inglés partiendo del caso práctico presentado por el profesor. Escrito que debe ser presentado la primera semana del tercer mes a otra universidad del mundo, para que lo conteste. . Los alumnos aprendieron aquí que los plazos son preclusivos. Durante este mes y hasta el final los alumnos tienen un profesor de inglés de apoyo. Los alumnos que participan en este primer trabajo ya tienen aprobada la asignatura. Podría pensarse que entonces el alumno perdería el interés en continuar, pero el trabajo que han invertido ha sido tanto durante este mes y tan importante el nivel de implicación de los que participan, que en ningún caso alguien que participe en la redacción de este primer escrito ha dejado de acabar la asignatura. (Las bajas siempre se dan antes de esta redacción, y siempre han sido estudiantes extranjeros que han preferido la vida más habitual de los Erasmus: poco trabajo y mucho “conocer otras culturas” que no siempre son la autóctona del lugar). Durante los años que llevo impartiendo esta asignatura con este método, en ningún caso alguien que ha participado en la redacción de este primer escrito ha desistido una vez conseguido el aprobado,(7) todos han acabado la asignatura participando en la redacción del segundo escrito y en los juicios finales).

El tercer mes está destinado a la redacción del escrito de contestación a la demanda presentada por otra universidad extranjera.

En el segundo y tercer mes, la labor del profesor es esencialmente la de guía y supervisor del trabajo en grupo (enseñarles a hacer las preguntas correctas, pero nunca responderlas por ellos), dinamizador para el cumplimiento de plazos, árbitro en los problemas de liderazgo y, sobre todo, cumple una función de control y reubicación de funciones de los alumnos que se aprovechan del trabajo de los demás (problema que casi siempre surgen). En realidad antes de presentar el primer escrito, el de demanda, los problemas de dinámica del grupo se han solucionado. Es decir, en un mes se consigue un grupo de alumnos autogestionado que son capaces de aprender por sí mismo y elaborar escritos de demanda y de contestación a la demanda en inglés.(8) Si participan en la redacción de la contestación a la demanda, serán merecedores de notable.

El tiempo empleado por los estudiantes en los dos meses de redacción de documentos se sitúa en torno al 50% del total de la asignatura (sin contar la participación en la Moot competition).

El último mes debe dividirse el grupo grande en grupos pequeños para que compitan entre sí. Si el grupo total es de 16 alumnos, debe dividirse en grupos de cuatro. Como hasta ahora el número de alumnos llegados a esta fase nunca ha sido superior a 10, he formado 2 grupos pequeños (de 3 a 5 alumnos) cada año para competir entre sí en juicios orales, en los que cada alumno participa, al menos, una vez. Son juicios públicos celebrados ante el profesor de la asignatura, su profesora de inglés de apoyo y un abogado o un juez al que se puede invitar puntualmente (hasta ahora el juez de lo mercantil de Palma de Mallorca se ha ofrecido voluntario). A esta fase los alumnos le dedican entre el 40 y el 45% del total de horas. La labor del profesor de inglés de apoyo es aquí fundamental y la labor del profesor de la asignatura es la de enseñar métodos de oratoria y forzar a la mejora de los argumentos de los alumnos mediante preguntas en los ensayos previos. Para la mejora de la oratoria los alumnos reciben el apoyo de un abogado inglés especializado en arbitraje internacional, que viene de Londres, sede central del arbitraje comercial mundial. En cualquier caso, la madurez de los alumnos a estas alturas en cuanto al dominio del caso es notable y evoluciona por sí misma sin apenas necesidad de intervención por parte del profesor. Superada la fase de juicios (sin necesidad de que ganen los pleitos), son merecedores de la calificación de sobresaliente. El trabajo de los alumnos es en esta fase es intensivo y se graban los juicios y sus ensayos para su posterior visionado y mejora del alumno. Los cuatro mejores oradores reciben como premio formar parte del equipo que represente a la universidad en la Moot competition.

Según mi experiencia, los resultados de la asignatura jurídica impartida en inglés conforme a este método del caso trabajado en grupos de alumnos de diversos países y de carreras no necesariamente jurídicas son sorprendentes: se incrementa sobremanera el nivel individual de inglés de los alumnos. El necesario trabajo en grupo con los alumnos extranjeros, obliga a los alumnos españoles a trabajar en inglés en todo momento. Dada la intensidad del trabajo en grupo (quedan incluso en los fines de semana para trabajar) y que este se realiza íntegramente en inglés, incluso en las consultas con el profesor, se produce una verdadera inmersión lingüística. La profesora de inglés de apoyo es un elemento imprescindible en el perfeccionamiento no sólo del inglés de los alumnos españoles sino también en el de los alumnos extranjeros que no proceden de países anglófonos. Los alumnos anglófonos refuerzan el nivel de inglés de sus compañeros sin sentir que pierden el tiempo, pues el contenido material del trabajo es un reto suficiente. Las habilidades jurídicas y oratorias de los estudiantes, incluidos los anglófonos, mejoran notablemente, mejoran la capacidad de discusión y argumentación, aprenden a detectar los problemas jurídicos y a resolverlos desde diversas posiciones. Se comunican en inglés entre ellos y con los alumnos españoles. Mejora muchísimo la autoestima y la confianza de los alumnos (en especial de los alumnos españoles). La interdisciplinariedad permite visiones complementarias sobre un mismo problema (ingenieros, economistas…), lo cual permite a los alumnos apreciar las ventajas del trabajo en grupo. Aprenden a ver diferentes visiones del mismo problema, y diferentes sensibilidades según las diferentes nacionalidades de los alumnos. Y no sólo respecto de los alumnos del mismo grupo, sino con respecto a los alumnos de otras universidades del mundo que han elaborado los escritos del mismo caso a los que tienen que responder.

Para obtener estos resultados es esencial el compromiso de los estudiantes, que depende del control por parte del profesor (lo cual plantea el problema en los supuestos de enseñanza a distancia, que no es irresoluble, como he comprobado impartiendo la docencia a través de Skype). La recompensa final no sólo es la nota, sino también poder participar en las competiciones nacionales e internacionales.

El profesor incrementa su posición como mediador y la publicidad de los juicios y las competiciones nacionales e internacionales permiten una mayor evaluación externa de su docencia.

(6) La experiencia de la matrícula 2008-2009, en que la misma asignatura se ofrece en castellano para participar en concursos internacionales en castellano, me dice que es necesaria la existencia de numerus clausus de cara a futuras ediciones si la asignatura se ofrece en castellano en vez de en inglés, aunque sea utilizando el mismo método del caso y con trabajo en grupo. En concreto, sin haberse cerrado el plazo de matrícula, ya se han matriculado 29 alumnos que cursan la carrera de Derecho en la Universitat de les Illes Balears, y dos norteamericanos.

(7) Las bajas siempre se dan antes de esta redacción, y siempre han sido estudiantes extranjeros que han preferido la vida más habitual de los Erasmus: poco trabajo y mucho “conocer otras culturas” que no siempre son la autóctona del lugar.

(8) Es más, una vez transcurrido el primer mes, la autorización puede realizarse a distancia, como comprobé durante el curso 2007-2008, pues tuve que trasladarme a Estados Unidos durante parte del tiempo, y pude mantener la cohesión y el trabajo en grupo utilizando el sistema de videoconferencia de Skype, obteniendo resultados casi idénticos en la docencia que los años anteriores con la docencia totalmente presencial.

Copyright y todos los derechos reservados - ISSN: 1989-0966

Per citar l'article

“Martínez, A. (2009). Enseñanza de materias jurídicas en inglés siguiendo el método del caso: una experiencia. IN. Revista Electrònica d’Investigació i Innovació Educativa i Socioeducativa, V. 1, n. 1, PAGINES 27-36. Consultado en http://www.in.uib.cat/pags/volumenes/vol1_num1/a-martinez/index.html en (poner fecha)”